Es una de las principales compañías en el sector de la accesibilidad a nivel nacional. Destaca en Andalucía y Madrid. La creó en Granada, en 1998, Antonio Vílchez con tres empleados y ahora son 85.
Antonio Vílchez se dedicaba al mundo de la ortopedia, tenía una fábrica de calzado especial, para personas con problemas en los pies –como dedos en garra, etcétera–, y zuecos para enfermería, en Elda (Alicante), y le vendía productos a la Hermandad Farmacéutica de Granada. A raíz de ahí surgió la instalación de una silla salvaescaleras y se generó la empresa que es actualmente Vilber Elevación. Eran finales de la década de los noventa. Concretamente, el 29 de enero de 1998 abrió esta empresa en Granada.
Empezó en un local en la cuesta del Progreso. Al inicio la empresa contaba con tres personas y poco a poco fue creciendo tanto el personal técnico, comercial como de administración. En la actualidad cuenta con 85 trabajadores en las tres sociedades que tienen. Con sedes físicas de Vilber Elevación en Granada, Málaga, Sevilla, Almería, Cádiz y en Extremadura, y con la empresa de Multievación en Madrid, Valencia y Barcelona.
El catálogo de productos de esta empresa es muy amplio y variado, desde una silla o plataforma salvaescaleras hasta un elevador vertical, tanto para usuarios particulares, personas con discapacidad como comunidades de propietarios u organismos oficiales. «Nos adaptamos a cualquier necesidad en el ámbito de la accesibilidad y eliminación de barreras arquitectónicas», destacan Antonio Vílchez y su hija Cristina Vílchez.
Los productos más representativos de esta empresa son sillas y plataformas salvaescaleras, elevadores verticales, montacargas, orugas salvaescaleras, etcétera. Están pensados y dirigidos tanto a profesionales del sector como a particulares, ofreciendo siempre «el mejor precio, servicio y calidad». Ahora, Creaciones Vilber vuelve a innovar presentándose bajo el nombre comercial de Vilber Elevación y renovando su página web para ofrecer una imagen «más actual, pero siempre mantenimiento la calidad en nuestros productos y servicios».
Antonio Vílchez sigue al frente de la empresa. En abril de 2014 se incorporó su hija, Cristina Vílchez a la plantilla, aunque realmente siempre ha estado relacionada con el negocio familiar, «echando una mano en verano o viajando con mi padre desde pequeñita».
Al lado de su progenitor ha aprendido mucho y sigue haciéndolo. Lo resume: «Son muchas las enseñanzas que me ha dado mi padre y, además, estoy muy orgullosa de la gran empresa que ha construido, con un gran esfuerzo y sacrificio. Una de las enseñanzas es: hay que seguir un camino recto en la vida, intentar desviarte lo mínimo posible y siendo fiel a la gente que te rodea, con la verdad y necesidad hacia el cliente (nunca vender por vender y con el lema de un cliente satisfecho trae a otro) y dándole su espacio a todos los trabajadores, siempre asumiendo el rol de cada uno».
Enfoque global y familiar
Vilber es una de las principales empresas en el sector de la accesibilidad a nivel nacional, principalmente en Andalucía y Madrid. «A diario luchamos con multinacionales de renombre tanto a nivel comercial como de recursos humanos que nos inclina cada vez más a seguir estrategias con un enfoque global, pero gestionándose como empresa familiar», detalla Cristina Vílchez. Su núcleo de ventas está en Andalucía, Extremadura, Madrid y Valencia que es donde se encuentran sus sedes, pero tienen una cobertura nacional a través de otros distribuidores.
«La principal diferencia es que contamos con un amplio servicio de postventa lo que obliga a tener una gran estructura técnica para poder dar soporte a todos nuestros clientes. Además, confiamos tanto en nuestros productos de accesibilidad que ofrecemos una garantía vitalicia», presumen.
Los clientes son su prioridad. Por eso, Antonio Vílchez cuenta siempre una anécdota: «A una clienta le montamos una silla salvaescaleras y nos dijo que le habíamos ampliado la vida de sentirse autónoma y, sobre todo, la autoestima de poder hacer sus cosas sin depender de otra persona, es lo que más valora. Todos los años por Navidad nos envía una botella de pacharán en agradecimiento. Afortunadamente tenemos muchos clientes como esta señora, porque al final sentimos que estamos haciendo una obra buena hacia estas personas mayores y en verdad es muy gratificante».
Atentos al mercado
Tienen clientes de varias generaciones. Le han vendido y atendido a muchas familias. «Mucha gente desgraciadamente tiene que pasar por estas situaciones, donde la articulaciones ya no responden como años anteriores, donde el cuerpo se desinfla un poco», comenta la familia Vílchez.
Presumen de ser una empresa familiar, pero también ponen sobre la mesa que «a diario competimos con multinacionales muy conocidas que nos hace tener que estar siempre atentos a cualquier cambio del mercado». En la gestión también se enfrenta a otra gran dificultad, que es encontrar personal técnico ya que «necesitamos unas titulaciones específicas marcadas por el Ministerio de Industria».
En Vilber están a la vanguardia de todas las novedades del sector e «intentamos ampliar nuestra gran gama de productos incluyendo las mejores marcas. Además, gestionamos con nuestros proveedores la inclusión de los nuevos servicios de la IA para poder dar un mejor servicio de postventa».
La empresa tiene, además, grandes planes de futuro porque tienen previsto abrir oficinas físicas en todas las provincias de Andalucía para así consolidar «nuestra posición en el mercado y seguir cogiendo cuota de mercado». Y, además, tienen un proyecto abierto para expandirse a nivel internacional en Portugal. En esos nuevos proyectos seguirán dándole mucha importancia a la postventa, el objetivo marcado por la empresa desde sus inicios, es no tardar más de una hora en la atención al cliente, porque «la persona que no tiene la máquina está acostumbrada a estar sin ella, pero la que la tiene instalada, depende mucho de ella».
Fuente: Ideal